Fabricio y las sirenas del "Soundqoy"
Los sonidos del corazón y el amor por el planeta
El activismo medioambiental, intercultural y de género a través de las emociones, ritmos y mezclas de instrumentos, así como de los cantos armónicos, se posicionan a través del quechua, castellano e inglés, este 14 de junio en el Museo A mano.
La palabra “Soundqoy” es una fusión de ‘corazón’ en quechua y otra en inglés, ‘sound’. La mezcla intercultural de los sonidos es propia de la contemporaneidad y como toda expresión de arte, tiene un espacio en el universo de la cultura peruana, la escena musical y los músicos como Fabricio Watanay, por el nombre del río frente al que creció en el Cusco y quien ha bautizado como sonidos del centro, en la traducción del quechua, a su primer disco. Que busca transformar conceptos sobre el sentido natural de la humanidad de contaminar la naturaleza.
Watanay es el río más importante de Cusco ciudad. Este se une al río Urubamba que sigue su cauce por el Amazonas hasta el mar Atlántico. Wata significa amarrar, Watanay, el que amarra. El disco Soundqoy simboliza la unión de los ríos que pasan por Cusco con el Watanay, río que a pesar de que es considerado como sagrado y estar en el Valle del Watanay en Cusco, lugar donde Manco Capac y Mama Ocllo fundaron la Ciudad Imperial; hoy está contaminado. El nombre del artista, también lo atribuye a este río que merece la atención de las autoridades.
Las 8 canciones tienen a la viola con una adaptación a un “micrófono de contacto” que permite adecuar a los efectos de la guitarra eléctrica junto a loop stations y beatboxing para la percusión, además de algunos detalles de técnicas sobre la voz como el “canto con armónicos”. Las letras de las canciones tienen un pasado y son en quechua, castellano e inglés. Watanay explica que el centro espiritual es lo esencial del ser humano y que este disco invita a reflexionar sobre nuestro estilo de vida y la causa y efecto de nuestro pensamiento común sobre los hábitos con el planeta.
Uno de sus singles es Cuti Sirenay, que habla sobre la mitología andina y en la que narra sobre el retorno del canto de las sirenas que se posan al lado de los ríos como ritual de adoración a la yaku (agua, en quechua). La canción refleja la conexión entre las sirenas en una ciudad como el espíritu de la música. Si una ciudad tiene un río limpio, tiene sirenas y ese canto que se escucha del viento es con alma. Pensemos, por ejemplo, en otra sensación como respirar aire limpio, incluso.
Estos son algunos de los mensajes del músico que estudió y es profesor de la Escuela de Música de Cusco, pasó por el Conservatorio Nacional de Lima, se especializó en Viola Performance en TCU en Fort Worth-Texas, tiene una maestría en Composición y Teoría Musical en SMU en Dallas-Texas, también enseña en la Escuela José María Arguedas, en Ensamble Estudiantil de Instrumentos Tradicionales del Perú, roles que le permiten fusionar el rock, la electrónica, el folklore, y la psicodelia en Soundqoy. Otra de las canciones que encontrarán en su ópera prima es Bomba atómica que cuenta sobre cómo las bolsas de plástico destruyen a la Tierra, la tecnología y el vivir a ojos cerrados, aún más. Fabricio Watanay presentará su primer disco el 14 de junio a las 7PM a 10PM, en el Museo A mano de Miraflores (Calle Retiro 160). Todes estames invitades.